La Orden considera que «el crecimiento en nuestra propia identidad» es uno de los grandes desafíos a los que hoy tenemos que dar respuesta en todas nuestras obras. Todos estamos llamados a cuidar esta identidad. Es una exigencia para todos los que estamos comprometidos en la construcción de las Escuelas Pías.
La identidad escolapia no es una reflexión teórica, ni una serie de características inconexas desde las que trabajamos, o unos objetivos educativos o pastorales. La identidad consiste en que lo que vivamos y hagamos, realmente, sea reflejo –fiel y creativo- del inmenso tesoro que el carisma de Calasanz ofrece a la Iglesia y a la sociedad.
Reiterando que una de las claves fundamentales de la CALIDAD es la IDENTIDAD, se aprobó la Declaración Capitular La calidad en la práctica de nuestro ministerio.
En ella se proponen 10 elementos de identidad escolapia como «marco común a toda la Orden», para expresar con claridad «el carácter integral de la formación que ofrecemos »: