Mi Lugar es crecer en el amor a Dios, al prójimo y a nosotros mismos. Este Miércoles de Ceniza, celebramos también el Día del Amor y la amistad, un día para reflexionar sobre nuestra humanidad frágil, pero también de la promesa de perdón y renovación que Dios nos ofrece.
Loja, 14 de febrero de 2024
Como cada año, en nuestra institución se vivió el Miércoles de Ceniza lleno de fe y reflexión. La celebración eucarística, fue concelebrada por la Comunidad de Padres Escolapios, en las personas de los Padres Asdrúbal y Celestino y el junior David; y marcó el inicio de la Cuaresma, un tiempo de preparación para la Pascua.
La coordinación entre el área de Pastoral y Convivencia Escolar permitió organizar al estudiantado en grupos para que, a lo largo de la jornada, puedan participar activamente de la eucaristía y recibir el signo de la ceniza.
En la homilía dirigida al estudiantado de noveno a tercero de Bachillerato, el padre Asdrúbal nos recordó el significado de la ceniza como símbolo de conversión y humildad. Nos invitó a mirar nuestro interior y a cambiar aquello que nos aleja de Dios y de la felicidad. También mencionó que la Cuaresma es un tiempo propicio para «mirar al interior de nuestro corazón y descubrir aquello que nos aleja de Dios y de los demás». A través del ayuno, la oración y la limosna, invitó a la comunidad educativa a «despojarnos de lo que nos pesa y nos oscurece, para abrirnos a la luz de la gracia divina».
Un día de amor y amistad
La celebración del Miércoles de Ceniza coincidió este año con el Día del Amor y la Amistad. El Padre Asdrúbal aprovechó la ocasión para recordar que «el verdadero amor se manifiesta en la entrega, el perdón y la compasión»; y el llamado a celebrar el don de la vida, la fe y la compañía de los demás.
Invitamos a toda la comunidad educativa a vivir este tiempo de Cuaresma con fervor y compromiso. Que sea un tiempo de renovación interior y de crecimiento en el amor a Dios y al prójimo